El árbol de los ensambles de música tradicional venezolana se alimentó con el riesgo, la osadía y la savia de las mandolinas de Orlando Moret y David Medina; la flauta, la guitarra y la mandola de Domingo Moret; el contrabajo de Héctor Valero y el cuatro de Pablo Camacaro. Ellos no fueron los primeros, pues antes estuvo El Cuarteto Caraquita, La Orquesta de Ulises Acosta, El Cuarteto Los Anaucos y Venezuela 4, entre otros, pero su constancia es admirable. Desde el 12 noviembre de 1976 han creado música con humildad y un indiscutible amor por Venezuela.
El grupo apostó por un persistente, cuidado y auténtico trabajo de composición y grabación de temas propios siempre con el oído puesto en la tradición. Lo hicieron sin parricidios, sin la soberbia de los talentos emergentes que quieren llevarse todo lo que encuentren a su paso. Raíces de Venezuela ha creado música sin piruetas, efectismos o virtuosismo desatado, pero sí con un estilo que marcó a los que vinieron después. Los bambucos, danzas, joropos, merengues, tonadas, pasajes y valses fueron de un lado a otro del país y se convirtieron en clásicos. No es casualidad que entre los ensambles y músicos venezolanos que han grabado desde 1990, el tema Señor Jou sea un tema imprescindible.
El grupo apostó por un persistente, cuidado y auténtico trabajo de composición y grabación de temas propios siempre con el oído puesto en la tradición. Lo hicieron sin parricidios, sin la soberbia de los talentos emergentes que quieren llevarse todo lo que encuentren a su paso. Raíces de Venezuela ha creado música sin piruetas, efectismos o virtuosismo desatado, pero sí con un estilo que marcó a los que vinieron después. Los bambucos, danzas, joropos, merengues, tonadas, pasajes y valses fueron de un lado a otro del país y se convirtieron en clásicos. No es casualidad que entre los ensambles y músicos venezolanos que han grabado desde 1990, el tema Señor Jou sea un tema imprescindible.
La pieza fue compuesta por Pablo Camacaro en homenaje a su amigo Jesús Omar Uribe (Jou), protagonista del encuentro que hizo posible que estos artistas, que vivían en distintas ciudades del país, pudieran reunirse para crear sonidos que describen nuestra geografía. La procedencia y el lugar de residencia de cada uno de los integrantes habla de su música: los Moret son tachirenses, Orlando residenciado en Mérida y Domingo en San Cristóbal; Camacaro es caroreño y para ese entonces vivía en Lagunillas, estado Zulia; Valero es de Barinitas y Medina un tachirense afincado en la capital de su estado.
Que el grupo exista demuestra la capacidad organizativa para cuadrar ensayos, reuniones, presentaciones y grabaciones. Horas incesantes de carreteras, traslados, viajes, movimiento. Horas llenas de música.
Yo amo este grupo desde la primeras notas que oí de sus virtuosos integrantes. Hablo de veinte y tantos años atrás y los sigo amando. Gracias por su don musical y lo que nos regalan. Orlando quiero saber si tienes ancestro en Tovar, Estado Mérida. Un gran abrazo.
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