Gabriela Montero, virtuosismo en el piano y amor por Venezuela

Gabriela Montero es aclamada por la crítica especializada. La foto fue tomada por Andrés Landino
Sentimientos, sonidos llenos de magia, música. Los dedos viajan sobre las teclas para atrapar, conmover y llegar al alma. La niña que dio su primer concierto a los 5 años de edad en Caracas se presentará la próxima semana en Berlín, Zurich y Ginebra. Viaja con su madurez artística como equipaje, con su versatilidad, con su disciplina, con su ética.


Gabriela Montero tocó a los 8 años de edad con la Orquesta Juvenil Simón Bolívar dirigida por José Antonio Abreu, pero ella no pertenece al Sistema y no tiene detrás su maquinaria propagandística y de promoción. Es una de las grandes artistas venezolanas de todos los tiempos, equiparable a Teresa Carreño.  


La amistad y el estudio con la virtuosa pianista argentina Martha Argerich alimentaron su talento. Se ha presentado con orquestas sinfónicas y filarmónicas de Estados Unidos y Europa. Montero es reconocida por la crítica especializada como una de las mejores pianistas de la actualidad. Improvisa piezas al final de sus conciertos. Le pide al público que le diga una melodía y sobre ella crea una obra independiente, nueva y fugaz. No es jazz, no es música académica, es música en estado puro. No hay subterfugios ni artificios. Es armonía, ritmo y melodía. Es destreza, técnica y arrojo. Es valor y riesgo. Es arte.
Grabó Concierto en Montreal Chopin/Rachmaninov en 1996; Obras para piano de Frédéric Chopin en 1999; Chopin, Falla, Ginestera, Granados, Liszt, Rachamaninov, Scriabin en 2005; al año siguiente Bach y Beyond; Baroque en 2008; dos años después presentó Rhapsody junto al violonchelista francés Gautier Capuçon, y ese mismo año se editó Solatino, un CD con piezas de Ernesto Lecuona, Antonio Estévez, Alberto Ginestera, Teresa Carreño, Moisés Moleiro y cuatro de sus improvisaciones.
Entre sus piezas de Solatino destaco Mi Venezuela llora. El miedo, la tristeza y la indignación por los crímenes y la violencia que nos azota se expresa a través de la música que alimenta las lágrimas y remueve el corazón. El asombro que le produjo no reconocer el lugar en el que nació, creció y comenzó a tocar piano la motivó a crear Ex Patria, su primera composición para piano y orquesta. La obra fue presentada en octubre del año pasado en Londres y en una gira por Alemania con la orquesta Academy of St. Martin in the Fields. Los sonidos de la metralla, de los disparos, de las marchas militares irrumpen en medio de la melodía para describir la violencia y el miedo, la indignación por la desaparición de un país en medio de la avaricia y el odio.


Solatino fue grabado por la compañía EMI, el sello de esta disquera es rojo y blanco, pero la pianista solicitó que se usará el negro y blanco porque: “En Venezuela, el color rojo ha sido robado de su apasionada belleza y poder, y es ahora asociado a la represión, la furia y el control”.


Hoy Gabriela Montero cumple 42 años de edad. Ojalá pueda regresar al país y tocar en el Teatro Teresa Carreño sin la claque sumisa que actualmente lo invade. Estoy seguro que pronto los venezolanos disfrutaremos de sus maravillosas improvisaciones en el piano, el instrumento al que ama sin límites.

Comentarios

  1. Excelente sinopsis del trabajo de Gabriela, amiga desde la infancia de mi hermana, y que comparte un talento atemporal que merece todo bien y reconocimiento. Gracias por el que aquí le haces, me gusta la calidad y utilidad de tu blog, realmente eres estupendo comunicador. Cuando tengas un rato perdido, paséate por mi blog y conocerás mi forma de pensar y porqué valoro a personas como tú. Un cordial saludo! Gustavo http://lobigus.blogspot.com/

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  2. Gracias por tu comentario Gustavo, y por la invitación a tu blog del que ya soy lector. Gabriela Montero es una gran artista que merece todo el reconocimiento que se pueda hacer a su obra, gran obra. Un abrazo.

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